En primer lugar, vamos a aclarar qué es el aceite de semilla negra para aquellos que no estén familiarizados. Es el producto de las semillas de la planta de comino negro (también conocida como alcaravea negra y flor de hinojo). El aceite en sí se conoce de otras maneras, incluido el aceite de semilla de comino negro, el aceite de Kalonji y el aceite de Nigella sativa, según VeryWell Health.
La misma fuente explica que las semillas “ligeramente amargas” se usan típicamente para dar sabor a platos de Oriente Medio o de la India, mientras que el aceite también es útil para cocinar, además de tener una variedad de beneficios para la salud gracias a los antioxidantes, incluida la timoquinona. De hecho, la fuente afirma que el aceite se ha utilizado como remedio para condiciones comunes durante más de 2000 años (y ahora está respaldado por alguna evidencia científica).
Echemos un vistazo a algunos de estos beneficios…
Ayuda a combatir el asma
Según Healthline, este aceite aparentemente es útil para quienes padecen de asma, una enfermedad respiratoria crónica. La fuente explica que, mediante investigaciones, se ha demostrado que el antioxidante timoquinona puede ayudar a reducir la inflamación y relajar los músculos de las vías respiratorias.
Healthline señala que un estudio de 80 adultos con asma encontró que consumir 500 mg de aceite de semilla negra en cápsulas, dos veces al día durante aproximadamente un mes, condujo a un “control del asma y a una mejora significativa”. Sin embargo, agrega que se necesita más investigación para evaluar la eficacia y la seguridad a largo plazo del aceite en el tratamiento de esta afección en particular.