La presencia de sangre en la orina se denomina médicamente “hematuria”. Hay dos tipos principales de hematuria: macroscópica (o “gruesa”) y microscópica. La hematuria macroscópica puede verse en la orina a simple vista. La hematuria microscópica sólo es visible bajo el microscopio. La sangre en la orina puede proceder de cualquier parte del tracto urinario. El tracto urinario incluye los riñones (donde se produce la orina), los uréteres (tubos que llevan la orina desde los riñones hasta la vejiga), la vejiga (donde se almacena la orina), la próstata (en los hombres) y la uretra (tubo por el que la orina sale del cuerpo).
A continuación, se enumeran las posibles causas de la presencia de sangre en la orina…
1. Infección del tracto urinario
La sangre en la orina, o hematuria, puede ser un síntoma de una infección del tracto urinario (ITU, por su abreviación). Una ITU puede producirse en cualquier parte del tracto urinario. Las bacterias que entran en la uretra y se multiplican dentro de la vejiga causan la mayoría de las ITU. La Oficina Nacional de Información sobre Enfermedades Renales y Urológicas (National Kidney and Urologic Diseases Information Clearinghouse) estima que, en Estados Unidos, las ITU motivan más de 8 millones de visitas al médico cada año. Las mujeres son más propensas a desarrollar una ITU debido a la corta longitud de su uretra y a la proximidad de esta con el ano.
Otros síntomas de una ITU pueden ser la micción frecuente, el dolor o el ardor al orinar (disuria) y el mal olor de la orina. El diagnóstico de una ITU suele realizarse mediante el análisis de una muestra de orina (uroanálisis), seguido de un cultivo de orina para identificar el organismo causante. Los antibióticos orales son la base del tratamiento de las ITU. Cuando se tratan con prontitud y precisión, las infecciones del tracto urinario rara vez provocan complicaciones.