No hace falta ser Andre Agassi o Maria Sharapova para acabar teniendo codo de tenista. De hecho, es posible que acabe padeciendo esta dolorosa afección (causada por la tensión repetitiva de los músculos del antebrazo, el brazo y la mano, los cuales penetran en el codo) incluso aunque nunca haya movido una raqueta de tenis.
Así que, antes de encogerse de hombros ante ese dolor sordo y crónico en la parte posterior del antebrazo, tenga en cuenta estas causas, síntomas y opciones de tratamiento del codo de tenista. A continuación le presentamos seis datos que ayudan a identificar el dolor del codo de tenista…
1. ¿Qué es el codo de tenista?
El codo de tenista es una condición médica que se conoce clínicamente como “epicondilitis lateral”. Sin embargo, no hay que confundirse y pensar que esta condición sólo afecta a los tenistas. El codo de tenista puede afectar a cualquier persona que haga un uso excesivo de los tendones del antebrazo, cerca del codo (lo que explica la localización del dolor).
La tensión repetitiva de los tendones del antebrazo suele causar daños (o pequeños desgarros) en los tendones del antebrazo, así como una inflamación crónica. El dolor puede llegar a ser tan intenso que torne doloroso doblar la muñeca o agarrar objetos con la mano.