Los cálculos biliares son literalmente pequeñas piedras que se forman en la vesícula biliar. Normalmente están formados por colesterol y pueden ser completamente inofensivos si permanecen pequeños y se mantienen fuera de los conductos importantes que entran y salen de la vesícula. Sin embargo, si se atascan en un conducto de la vesícula, tienen el potencial de causar graves molestias y dolor.
Además, si no se trata, un cálculo biliar perjudicial puede provocar inflamación, ictericia y fiebre; causar que el paciente tenga un dolor intenso durante horas y hasta se podría requerir de la extirpación completa de la vesícula biliar del abdomen. ¿Cuáles son las causas de los cálculos biliares y qué posibilidades hay de que tenga que enfrentarse a este tipo de afección en el futuro?
1. Exceso de colesterol
Los cálculos biliares, en muchos casos, están formados por colesterol. Se forman en la vesícula biliar cuando la bilis de nuestro cuerpo contiene tanto colesterol que las sustancias químicas contenidas en nuestra bilis, y excretadas por el hígado, no pueden disolverlo eficazmente. Al final, cuando nuestro hígado suministra más colesterol del que nuestra bilis puede manejar, el resultado suele ser la formación de cálculos biliares.
La formación de cálculos biliares a base de colesterol puede no presentar problemas de salud graves hasta que uno de estos cálculos se aloja en una zona especialmente sensible, como el conducto que desemboca en la vesícula biliar. Para limitar las posibilidades de que esto ocurra, y de que se formen cálculos biliares en primer lugar, es conveniente limitar la cantidad de colesterol en su dieta.