Un tirón muscular (o distensión) se produce cuando se tuerce, tira o desgarra uno de tus músculos. A medida que envejecemos somos más susceptibles de sufrir tirones musculares. Sin embargo, corres el riesgo de sufrir un tirón si no realizas el calentamiento adecuadamente antes de hacer ejercicio y si estiras un músculo más allá de su límite, si se entrena más tiempo del que tu cuerpo puede soportar o si presionas demasiado una anterior lesión muscular antes de que el músculo haya tenido tiempo suficiente para curarse.
Sabrás que tienes un tirón muscular normalmente entre 24 y 48 horas después de la lesión, ya que la zona se volverá rígida, dolorida, puedes experimentar pérdida de movimiento y espasmos musculares, y a menudo se desarrollarán hematomas o hinchazón alrededor del músculo lesionado.
Si sufres un tirón muscular, aquí tienes 10 formas de acelerar la curación y calmar el dolor y la inflamación…
Hielo
Aplicar hielo a una distensión muscular lo antes posible ayudará a reducir la inflamación y a calmar el dolor. Las aplicaciones de hielo pueden administrarse en forma de bolsa de hielo o puedes envolver cubitos de hielo en una toalla y cubrir la zona con frecuencia a lo largo del día durante no más de 15 minutos cada vez.