El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo. No sólo eso, sino que también tiene grandes responsabilidades en cuanto a metabolizar los alimentos que consumimos para convertirlos en energía, y filtrar y eliminar las toxinas a través de la orina.
El daño hepático puede comenzar con muy pocos signos o síntomas. Sin embargo, una vez que las enzimas de su hígado se elevan, los problemas de salud aparecerán rápidamente en forma de hepatitis, cirrosis o enfermedad del hígado graso. He aquí diez sencillos cambios en su estilo de vida que puede hacer para proteger su órgano más grande y reducir las enzimas hepáticas…
1. Evite el consumo de alcohol
El hígado de por sí ya tiene bastantes dificultades para procesar el alcohol. Por eso, si bebe demasiado y con demasiada frecuencia, su hígado sufrirá daños. Lo mejor que puede hacer para reducir las enzimas hepáticas altas es dejar de beber alcohol. Si no lo deja por completo, debería tener al menos dos días sin alcohol a la semana, y no beber más de 7 u 8 bebidas alcohólicas en total a la semana.
Su hígado puede tener dificultades para procesar el alcohol, especialmente si bebe mucho con regularidad: el hígado procesa el alcohol como una toxina porque puede tener efectos tóxicos en su hígado. El consumo excesivo de alcohol y el alcoholismo pueden dañar gravemente su hígado de forma irreparable. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, tan sólo tres bebidas de una vez combinadas con medicamentos como el paracetamol pueden ser tóxicas para el hígado. En resumen, el alcohol puede tener graves efectos negativos en el hígado y eliminarlo de su dieta puede favorecer la disminución de las enzimas hepáticas.