El trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) es un trabalenguas e, irónicamente, ¡se encuentra justo cerca de la boca! Esta articulación en particular está en la mandíbula que se conecta con el cráneo. Cada persona tiene uno a cada lado de la mandíbula. Para las personas que padecen un trastorno de la articulación temporomandibular, les causa dolor en ambos lados de la boca y generalmente se debe a la genética, la artritis o algún tipo de lesión en la mandíbula, dice la Clínica Mayo.
Los trastornos de la ATM no son algo que escuchemos con mucha frecuencia, pero en realidad son bastante comunes, especialmente para las personas que tienden a apretar o rechinar los dientes. Aquí hay un vistazo a todo lo que necesita saber sobre el trastorno de la articulación temporomandibular…
1. ¿Qué es?
Como mencionamos anteriormente, la articulación temporomandibular se encuentra en el lateral de la mandíbula. Cada uno tenemos uno al lado de la mandíbula. La clínica Mayo lo describe como una “bisagra que se desliza y que une la mandíbula con el cráneo”. De acuerdo a la Asociación Dental Canadiense, la ATM se considera una de las articulaciones más complejas del cuerpo. No solo se mueve hacia adelante y hacia atrás, sino que también puede girar y moverse de lado a lado. Con un poco de ayuda de otros músculos y ligamentos, también nos permite masticar, hablar, bostezar y tragar. Un trastorno de la articulación temporomandibular es cuando alguien sufre de dolor en la articulación de la mandíbula y los músculos que ayudan a abrir y cerrar la mandíbula, o cualquier otro movimiento de la mandíbula.
Para ubicar su articulación temporomandibular, coloque dos dedos en su mejilla, justo en frente de sus oídos, y luego abra y cierre la boca. Debería poder sentir una articulación redondeada que se mueve cuando la boca se abre y se cierra. “Lo que sientes son los extremos redondeados de la mandíbula inferior a medida que se deslizan a lo largo de la articulación del hueso temporal, que es la parte del cráneo que contiene el oído interno y la sien”, escribe Kid’s Health.