El glaucoma causa pérdida progresiva y permanente de la visión debido a una acumulación de presión de líquido en el globo ocular. La enfermedad se presenta en dos formas comunes: El glaucoma primario de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado. Desafortunadamente, ambos tienen su propio conjunto de síntomas únicos y sutiles, en los que el ojo no afectado contrarresta la pérdida de visión del ojo afectado.
El glaucoma primario de ángulo abierto, el tipo más común, comienza en la periferia y trabaja hacia adentro para incapacitar la visión central y conducir a la visión de túnel. Mientras que el glaucoma de ángulo cerrado agudo (también llamado glaucoma de ángulo cerrado crónico o glaucoma de ángulo estrecho) causa visión borrosa con efectos de halo alrededor de los ojos. Ambos tipos provocan daño irreversible y gradual del nervio óptico (el mecanismo que envía información visual desde la retina al cerebro). El lento deterioro de la visión a menudo significa que la afección no se diagnostica hasta la etapa avanzada.
Se puede prevenir el glaucoma con exámenes ópticos regulares (con una prueba de campo visual) y también estando atento a estas 12 sutiles señales de advertencia.
Tipos de Glaucoma
Antes de sumergirnos en las primeras señales de advertencia de esta afección ocular, es importante que hagamos una distinción entre los dos tipos diferentes de glaucoma. Los dos tipos de glaucoma: glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo cerrado, presentan signos diferentes. WebMD señala que el glaucoma de ángulo abierto es el tipo más común. A veces también se le conoce como glaucoma de gran ángulo. Ocurre cuando la “estructura de drenaje en su ojo, se llama malla trabecular, parece normal, pero el líquido no fluye como debería”, escribe WebMD.
El segundo tipo es el glaucoma de ángulo cerrado, que es menos común, pero más prominente en Asia que en Occidente, dice la fuente. También puede denominarse glaucoma crónico de ángulo cerrado o de ángulo estrecho. Es el resultado de un mal drenaje en el ojo. “Su ojo no drena correctamente porque el espacio de drenaje entre el iris y la córnea se vuelve demasiado estrecho”, dice WebMD. “Esto puede causar una acumulación repentina de presión en el ojo”. Además del glaucoma, esto también puede provocar cataratas e hipermetropía.