Si bien el consumo excesivo de alcohol a menudo puede con el tiempo conducir a depósitos de grasa en el hígado (y eventualmente a una enfermedad hepática), existen otras razones por las que un paciente puede terminar con un hígado graso. Incluso si no bebe o si es un bebedor moderado, aún puede verse afectado por la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).
Si bien EHGNA generalmente no es una preocupación importante por sí sola, si no se controla, puede provocar otros problemas de salud más graves, con algunas formas de enfermedad del hígado graso que causan complicaciones importantes. Veamos más de cerca 12 datos interesantes sobre esta condición…
¿Qué es la Enfermedad del Hígado Graso No Alcohólico?
Este tipo de enfermedad hepática no tiene nada que ver con beber en exceso, en realidad es el resultado de un síndrome metabólico. WebMD describe el síndrome metabólico como un término genérico “marcado por presión arterial alta, niveles altos de colesterol malo [hormona que regula la cantidad de glucosa en la sangre] y grandes cantidades de grasa abdominal”.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales describe la EHGNA como una condición que ocurre cuando hay una acumulación de grasa en el hígado. Esto no es causado por el consumo excesivo de alcohol y representa el exceso de grasa corporal en el hígado.