Si su vecindario está repleto de mini mercados y hay muy pocas tiendas de comestibles sanos o supermercados a la vista, es posible que habite en lo que los expertos en salud denominan “un pantano alimenticio.”
Descubra cómo esto impacta de forma negativa en su salud y en su bienestar general…
1. ¿Qué es un pantano alimenticio?
De acuerdo con el periódico Huffington Post, un “pantano alimenticio” carece de tiendas que ofrezcan frutas, verduras, carnes y pescados— y estas, en su lugar, comercializan productos procesados y llenos de calorías vacías.
Según el Departamento de Salud Pública de Toronto, las comunidades que no disponen de establecimientos que vendan alimentos saludables y sólo tengan comida chatarra en sus estantes (como frituras, productos enlatados y congelados y papas fritas) se denominan pantanos alimenticios.
2. Pantano alimenticio vs. desierto alimentario
Si bien el término “pantano alimenticio” es relativamente nuevo, es probable que ya esté familiarizado con el término “desierto alimentario” que, según los representantes del Departamento de Salud Pública de Toronto, se define como un área repleta de mini mercados pero que no tiene supermercados cerca.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), un desierto alimentario suele ser una “[zona rural o urbana] de bajos recursos donde una gran cantidad de residentes tienen acceso limitado a una tienda de comestibles sanos.” La USDA reportó que, alrededor de 23,5 millones de estadounidenses viven a más de un kilómetro de distancia de un supermercado y, por ende, no pueden acceder a productos frescos, carnes y alimentos saludables, lo que contribuye con las crecientes tasas de obesidad en el país.
3. ¿La geografía promueve la existencia de pantanos alimenticios?
A diferencia de un desierto alimentario, que dispone de ingresos y sistemas de transporte limitados en la zona, un pantano alimenticio es geográfico por naturaleza.
Por ejemplo, el Departamento de Salud Pública de Toronto los describe como sitios de altos ingresos “plagados de opciones alimenticias dañinas,” aunque los residentes tienen la opción de viajar en automóvil para conseguir productos saludables… mientras que las personas de bajos recursos en los desiertos alimentarios no tienen esa opción.
4. Nivel de ingresos y pantanos alimenticios
Los expertos en nutrición de la Facultad de Medicina Lana de la Universidad de Toronto consideran que los pantanos alimenticios no dependen del nivel de ingreso de cada vecindario. A diferencia de los desiertos alimentarios, aquellos existen tanto en zonas de altos como de bajos recursos económicos de las ciudades.
Según los profesores de la cátedra de Seguridad Alimentaria y de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Toronto, los científicos atribuyen la existencia de pantanos alimenticios al mal planeamiento urbano. En estos sitios, la falta de opciones alimenticias saludables está motivada por los costes de tránsito elevados y la dificultad de acceso.
5. Salud física y opciones alimenticias
El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York distingue tres pantanos alimenticios entre los vecindarios locales— el Upper East Side y el centro y este de Harlem. Sí, los habitantes de estas tres zonas tienen fácil acceso a la comida, pero las opciones son terriblemente dañinas.
Dicho organismo descubrió que en las áreas de bajos ingresos del este y centro de Harlem, donde predominan las bodegas o mini súpers, la tasa total de obesidad es del 29%. Si bien la región de mayor ingreso del Upper East Side dispone de más supermercados y de menos restaurantes de comida rápida, la tasa total de obesidad es del 22% (coincide con la media de la Ciudad de Nueva York).
6. El planeamiento urbano
Según Debbie Field, directora ejecutiva de FoodShare Toronto, que los ciudadanos tengan acceso a opciones alimenticias saludables a precios razonables depende pura y exclusivamente del planeamiento urbano.
Field sugiere que cada vez que un área se destine a la creación de un nuevo vecindario, el proceso de planeamiento deberá considerar el acceso a alternativas de alimentación saludables. Los residentes de la zona deberían poder conseguir dichos productos saludables sin necesidad de recorrer grandes distancias.
7. La mentalidad “como donde me encuentro”
El Departamento de Salud de Nueva York ha descubierto lo que se conoce como mentalidad “como donde me encuentro” entre los residentes de distintas comunidades. En cierta forma, tiene razón, debido a que los habitantes de los pantanos alimenticios son más propensos a recurrir a opciones alimenticias baratas, poco saludables y convenientes si las tiendas a su alrededor comercializan este tipo de productos.
Sin embargo, esta mentalidad pronostica un futuro aterrador para los que viven en desiertos y pantanos alimenticios y la situación ya se refleja en las crecientes tasas de obesidad y en el desarrollo continuo de enfermedades crónicas asociadas con el sobrepeso— como las complicaciones cardiacas, la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes.
