Es probable que muchos corredores ávidos nunca jamás hayan oído hablar de la supinación, que se refiere al movimiento por el cual el pie es colocado en posición de supino, algo que casi siempre ocurre en personas con arcos muy pronunciados. De cualquier manera, si sus pies y sus tobillos giran hacia afuera al correr, corre riesgos de sufrir lesiones muy dolorosas.
A continuación, le presento siete datos que todo corredor debería conocer acerca de su forma de pisar…
1. ¿Qué es la supinación?
La supinación del pie es una molestia común entre los corredores con arcos del pie muy pronunciados. En estos casos, el pie tiende a rotar hacia afuera, por lo que gran parte del peso se sitúa en el borde externo de la planta.
La presión y el exceso de peso en esa zona, en especial a la altura del dedo meñique, al igual que en el tobillo externo puede ser muy molesto para los corredores o atletas que realizan ejercicios de alto impacto.
2. Pronación y supinación
La pronación y la supinación se refieren a la forma en que su pie toca el suelo al caminar o correr. Para los corredores, o atletas de alto impacto, que el pie gire demasiado hacia adentro (pronación) o demasiado hacia afuera (supinación) puede ser sinónimo de lesiones severas.
Para que quede clara la diferencia, la supinación ocurre cuando el pie pisa el suelo con el extremo externo de la planta del pie, mientras que la pronación se da cuando el pie y el tobillo se inclinan hacia adentro. Por supuesto, una mala pisada que no equilibra correctamente el peso corporal, tanto hacia afuera como hacia adentro, puede desencadenar en dolores y lesiones crónicos.
3. Principales culpables de la supinación
Según Geoffrey Alan Gray, experto en biomecánica y colaborador de Ahnu® Footwear, la supinación puede ser resultado de la mecánica corporal, del uso de calzado inapropiado o muy gastado o de correr con frecuencia en superficies irregulares.
Gray señala que la supinación natural es el resultado de diversos problemas— como la desalineación del talón, el metatarso o el tobillo; la flexibilidad y el fortalecimiento del pie e incluso la rigidez articular. A largo plazo, estas complicaciones pueden general lesiones en la cadera o la rodilla.
4. Diagnóstico
Según los expertos, la forma más fácil de detectar la supinación o la pronación es observar su calzado deportivo. Por ejemplo, las personas con supinación tienden a gastar la parte de afuera o los bordes externos de la suela. Por otro lado, los que tienen pronación gastan los extremos internos o medios de las suelas.
Si su pisada es normal y equilibrada, notará que la suela de su calzado se gasta en la región media. Siempre confirme sus sospechas con un profesional que pueda analizar su forma de caminar (un fisioterapeuta, un entrenador o un podólogo).
5. Lesiones comunes por supinación
Según un estudio llevado a cabo por el Journal of Foot and Ankle Research, si sufre de supinación, es probable que desarrolle diversas lesiones en la parte baja de los pies y en las rodillas.
Por ejemplo, pueden aparecer lesiones por estrés repetitivo, que incluyen dolor muscular, contracturas, esguinces y hasta tendinitis. A largo plazo, la falta de compensación en la pisada puede causar fracturas en el pie o en el tobillo.
6. Tratamientos para la supinación
La supinación interna o la pronación baja de un hueso o músculo no se corrige de un día para el otro. Sin embargo, los fisioterapeutas y entrenadores que se especializan en biomecánica podrán ayudarlo recomendándole una serie de ejercicios (de cuádriceps, tendones, pantorrillas, pies, caderas y tobillos) para reforzar la parte muscular y así solucionar el problema con el tiempo.
Si su supinación es producto de usar calzado inapropiado o de correr en superficies irregulares, un experto en calzado puede analizar su forma de correr y de caminar e indicarle el tipo de zapatillas deportivas que necesita.
7. Busque ayuda profesional
Si salir a correr es sólo un pasatiempo, dudo que le entusiasme la idea de consultar a un experto. Por fortuna, muchas tiendas de artículos deportivos cuentan con especialistas en su equipo de ventas que podrán ayudarlo a encontrar el calzado que mejor se adapte a sus necesidades.
Muchos corredores desarrollan lesiones a largo plazo porque nunca han consultado a un especialista en su vida. Si sale a correr con frecuencia, invertir en una cita con un fisioterapeuta, un entrenador o un podólogo le permitirá prevenir complicaciones severas a futuro.
