Están los que se despiertan con una sonrisa, llenos de energía y listos para comenzar el día… y luego estamos nosotros. Si es de los menos afortunados, de los que les cuesta salir de la cama, le presentamos algunos consejos para cambiar de actitud. Un par de retoques en su rutina mañanera serán suficientes para empezar el día de muy buen humor.
A continuación, le presentamos siete secretos para comenzar la jornada con el pie derecho…
1. Beba un vaso de agua
El agua es esencial para el organismo y comenzar el día hidratado lo beneficiará de múltiples maneras. Por un lado, es una forma interesante de incorporar los 8 vasos diarios recomendados. Por otro, le permitirá enjuagar su boca y lo ayudará a deshacerse de las bacterias que ha acumulado por la noche. Por último, es una manera excelente de activar el organismo, en particular, el sistema metabólico y la circulación, por lo que le permite estar más alerta.
Un buen estimulante para el organismo es el agua tibia con zumo de limón. El agua tibia impacta menos en su cuerpo que el agua fría y el limón mejora el proceso digestivo, por lo que le resultará más fácil obtener los nutrientes de su desayuno (saludable). Si considera que el limón es muy ácido, incorpore una cucharada de miel.
2. Aproveche el ritmo circadiano
Es muy poco probable que se despierte feliz y radiante por la mañana, aunque hay momentos en los que se está menos dormido. El sistema circadiano de las personas crea una pausa en el ciclo de sueño de las personas entre las 3 a.m. y las 7 a.m., según un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard. Llevar un registro de la hora en que se despierta le permitirá saber cuándo le cuesta menos levantarse.
Por otro lado, debe saber que le costará más despertarse durante la fase de sueño MOR. Por la noche, pasa de tener un sueño liviano a dormir profundamente (fase MOR). En promedio, este ciclo tarda alrededor de 90 minutos en concretarse. Para empezar, ponga su alarma en incrementos de 90 minutos entre las 3 a.m. y las 7 a.m. Por ejemplo, si se acuesta a las 11:00 p.m., ponga la alarma del despertador a las 6:30 a.m.
3. Estírese
Una de las mejores cosas que puede hacer por usted y por su organismo es estirarse apenas se despierte. De hecho, los expertos de la American College of Sports Medicine afirman que el estiramiento es clave para cualquier ser humano, sin importar con qué intensidad lo haga. Hasta cinco minutos de estiramientos simples tendrán un gran impacto en cómo se siente – tanto física como emocionalmente– a lo largo del día.
Además de ser una parte clave de cualquier rutina de ejercicio, estirarse por la mañana es beneficioso por dos motivos. Primero, relaja los músculos y las articulaciones que han estado rígidas al dormir. Segundo, estimula el flujo sanguíneo y activa la circulación, lo que le permite estar más alerta.
4. Exfóliese la piel
El cepillado en seco– o Garshana, es una práctica muy popular en la disciplina ayurveda – ayuda a exfoliar la piel y estimula el flujo sanguíneo. Se recomienda hacerlo por la mañana, ya que, por la noche, la circulación tiende a ser más lenta. Además, es una forma relajante de sentirse más alerta.
Utilice un cepillo o una esponja áspera (pero no tanto, para no dañar la piel). Cepille delante y detrás de sus piernas desde la cadera hasta los dedos de los pies (siempre de abajo hacia arriba). Frote en círculos la zona de su estómago y deténgase al llegar a los senos o al esternón. Exfolie sus brazos, desde los dedos hasta los hombros y cepille su espalda con movimientos circulares pequeños. No hace falta que cepille las zonas del rostro, el pecho, el cuello y el trasero. Una vez que termine, prosiga a darse una ducha.
5. Alterne entre agua caliente y fría en la ducha
Los expertos del centro Chopra, un instituto de ayurveda y medicina alternativa, recomiendan que después del Garshana (cepillado en seco), se dé una ducha en la que alterne entre agua fría y caliente. Después de su rutina de higiene regular, abra el grifo de agua lo más caliente que pueda soportar de treinta segundos a un minuto y luego, haga lo mismo con el agua fría. Repita este procedimiento un par de veces más.
Los cambios de temperatura no sólo lo ayudan a despertarse sino que hace que la sangre suba a la superficie, por lo que su piel recién exfoliada tendrá un brillo muy saludable. Dos ciclos de agua fría y dos de agua caliente suelen ser suficientes, aunque puede agregar algunos más si lo desea.
6. Medite
Al igual que estirarse, meditar debería ser una de las primeras actividades que realiza por la mañana, a fines de sentirse pleno a lo largo del día. La meditación se jacta de aumentar la claridad y la concentración y de aliviar el estrés. Comenzar el día con pensamientos positivos y pacíficos acaba con el estrés diario y le permite realizar sus tareas de forma más eficiente.
Aunque no acostumbre a meditar, puede incorporar una pequeña sesión a su rutina mañanera. Simplemente debe encontrar un lugar tranquilo, cerrar sus ojos, respirar hondo y repetir una frase agradable. Si es posible, libere su mente de todo tipo de pensamientos y distracciones. Si le cuesta demasiado, concéntrese en su respiración o en la frase que repite. Un par de minutos será más que suficientes. Si no encuentra un momento o un lugar apropiado, medite en la ducha.
7. Sonría durante media hora
Una investigación publicada en la revista American Scientific indica que el simple acto de sonreír nos hace sentir felices. Se le pidió a un grupo de participantes que sonrieran, fruncieran el ceño y adoptaran una expresión facial neutra durante 30 minutos y que midieran la intensidad del dolor al recibir golpes leves. Aquellos que sonrieron sintieron menos dolor que el resto, mientras que a los que fruncieron el ceño, les ocurrió lo contrario.
Si bien no recibirá golpes a diario, comenzar con una sonrisa le permitirá lidiar con los obstáculos que se crucen en su camino. Sonría frente al espejo durante treinta minutos, ya sea mientras realiza su rutina diaria o antes de salir al trabajo. Si se siente triste o nervioso durante el día, diríjase al baño y realice una sesión exprés de sonrisas.
