Enero trajo consigo una larga lista de propósitos de Año Nuevo y muchos de ellos orientados a bajar de peso y vivir vidas más saludables. Sin embargo, antes de creer que un jugo o zumo purificador o una dieta detox hará milagros— ¡piénselo dos veces! Las investigaciones han demostrado que la idea de “desintoxicar” el organismo en realidad es un engaño y no tiene nada de saludable.
Sí, notará beneficios a corto plazo al restringir considerablemente la cantidad de calorías que consume. Sin embargo, los expertos afirman que las dietas detox y purificadoras no son más que una pérdida de dinero. A continuación, le presento seis formas de decirles NO a los regímenes alimenticios detox…
1. La idea de desintoxicación es una estafa
En términos médicos, no existe tal cosa como la desintoxicación del cuerpo cuando se trata de perder peso asegura el Dr. Edzard Ernst, profesor emérito adjunto de la Universidad de Exeter. De hecho, el Dr. Ernst afirma que la idea de “eliminar las impurezas de su sistema y purificar cada uno de sus órganos” no es más que una estafa.
La desintoxicación sólo se aplica a los tratamientos médicos para adictos a las drogas; es un pseudo-término médico que ha sido adoptado para fines comerciales y para promocionar dietas engañosas que no hacen absolutamente nada. Un organismo saludable usa sus propios pulmones, hígado y riñones para purgarse y remover los residuos y las toxinas.
2. No malgaste dinero
Los precios de todos esos programas de desintoxicación y de los jugos o zumos purificantes son desorbitantes pero lo peor de todo es que los beneficios son inexistentes. Por ejemplo, la dieta detox Martha’s Vineyard, uno de los tratamientos más populares en la actualidad, cuesta alrededor de $200 dólares e incluye un programa alimenticio por 21 días y un paquete de mantenimiento. Ojo, no se emocione, la máquina para preparar jugo o zumo, los suplementos de enzimas y los manuales se pagan aparte.
No sé usted, pero yo con ese dinero cubro los gastos de las compras de aproximadamente dos semanas. Y hablo de comprar vegetales y frutas orgánicos sembrados en granjas locales y de carne magra de buena calidad que necesito para mantener un buen estado de salud.
3. Se siente sin energía
Si alguna vez se sometió a alguna de esas dietas extremas, sabrá que se la pasa cansado, hambriento, malhumorado y pensando todo el día en los alimentos que comerá apenas termine con el régimen.
Todo esto se debe a que está mal alimentado y, por ende, su cuerpo carece de grasas y proteínas. Su organismo necesita todo eso para generar energía y estabilizar el estado de ánimo. Es por eso que muchas personas recurren a las dietas detox para después volver a comer como lo hacían antes.
4. Éxito a corto plazo
Por supuesto, hay muchos testimonios dando vueltas por ahí sobre personas que han bajado de peso con este tipo de dietas. Es probable que tenga un compañero de trabajo, una cuñada o un contacto en Facebook que jura por su vida que estos jugos o zumos detox sí sirven. Sin embargo, también puede que esas personas deban “desintoxicarse” o purificarse con frecuencia porque el peso que pierden regresa de forma casi instantánea.
No quedan dudas de que restringir al máximo su ingesta de calorías lo hará bajar de peso— pero es casi imposible mantenerse en forma a largo plazo. No puede pensar en una vida sana a futuro con tantas restricciones. Además, una investigación llevada a cabo por Livestrong.com demostró que incluso cuando se pierden algunos kilogramos, estos suelen recuperarse y con creces.
5. Menos masa muscular, más grasas
Otra desventaja de las dietas restrictivas es la pérdida de masa muscular. De hecho, una investigación llevada a cabo por la Universidad Vanderbilt, en Nashville, Texas, demostró que una purificación semanal degrada considerablemente la masa muscular que, además, es muy difícil de recuperar.
Además, si aumenta de peso después de haberse purificado, puede deberse principalmente a la grasa corporal que acumuló como consecuencia de que su metabolismo se haya ralentizado por falta de proteínas.
6. Concéntrese en comer sano y no en eliminar comida
No está mal que su propósito de Año Nuevo sea adoptar hábitos alimenticios más saludables. Sin embargo, suprimir o privarse de comer ciertos grupos alimenticios lo hará aumentar de peso a largo plazo.
Según Lauren Harris-Pincus, una dietóloga de Nueva Jersey (Nueva York), las dietas extremas de cualquier tipo hacen que su cuerpo quede atrapado en una montaña rusa de aumento y disminución de peso. Para ver avances a largo plazo, concéntrese en incorporar más frutas, vegetales, proteínas magras, frutos secos, granos integrales, semillas, frijoles o alubias y legumbres en su dieta tratando de evitar todo tipo de productos procesados y ricos en azúcares refinados.
