Mantenerse en forma se vuelve más difícil que nunca en los fríos y largos meses de invierno. Ya sea porque la nieve le tape las rodillas o porque el frío le cale hasta los huesos en Minnesota, las temperaturas gélidas no siempre nos invitan a estar saltando y jugando al aire libre.
Por lo general, el clima espantoso del invierno impacta considerablemente en nuestros intentos por perder peso o de mantenernos en forma. No obstante, a continuación, le mostraré seis formas de hacerles frente a la nieve y al frío y así deshacerse de esos molestos kilitos de más…
1. Tendemos a comer en exceso
Entre noviembre y abril predominan los menús más abundantes y saciantes, ya que estos meses marcan el comienzo y el final del invierno respectivamente. Empezando por el Día de Acción de Gracias en noviembre y Año Nuevo en enero hasta llegar a Pascuas en marzo, hay muchos obstáculos en el camino.
La clave para evitar subir de peso es mantenerse activo y comer muchos vegetales. Varios banquetes festivos incluyen al menos algunos vegetales— como la ensalada de brócoli o las zanahorias asadas. Asegúrese de que su plato esté lleno de estos alimentos no tan dañinos y trate de no excederse con las salsas ni con el tentador puré de papas.