Claro, pueden parecer un poco toscas por fuera, pero las betarragas en realidad son bastante amigables cuando se trata de nuestra salud. No solo están llenas de sabor dulce y son nutritivas (con antioxidantes y nitratos), sino que también son versátiles para cocinar y comer.
Solo piénsalo, puedes comer betarragas crudas en ensaladas, encurtidas y envasadas, asadas con tubérculos e incluso hechas puré en batidos. Las betarragas son realmente un alimento energético y completo, aquí te explicamos por qué:
¿Prepararlas como desees?
Puedes preparar las beterragas de la forma que quieras. Si te gustan las calientes, puedes rostizar, asar y hervir las beterragas. Son un gran acompañamiento para la cena y son fáciles de preparar. Si te gusta fría, la betarraga es una excelente adición a una ensalada después de ser cocinada en aceite y vinagre. Incluso puede ir crudo en rodajas o triturado. A algunas personas también les encantan las betarragas encurtidas. ¡Podrías hacer una sopa de betarraga! ¡Hay tantas opciones! ¿Qué vas a hacer?
Realmente, cuando lo piensas, las betarragas son uno de los pocos alimentos que saben muy bien en todas sus formas. Por ejemplo, las betarragas crudas se pueden triturar frescas en ensaladas, o se pueden encurtir y envasar para usarlas como guarnición. Pero ten en cuenta que, aunque cocinar betarragas reduce algunas de sus capacidades antioxidantes y de nitratos, las investigaciones de WebMD aseguran que estas raíces siguen siendo excelentes para tu salud.