- El cáncer de vejiga es uno de los tipos de cáncer más comunes en Estados Unidos, con aproximadamente 81.180 nuevos diagnósticos cada año.
- Es difícil de detectar en sus primeras fases, ya que los síntomas no suelen aparecer hasta que el tumor aumenta de tamaño o se adentra en las capas más profundas de la pared de la vejiga.
- Algunos síntomas comunes son sangre en la orina, dolor al orinar y frecuencia urinaria.
- Las alternativas más comunes de tratamiento del cáncer de vejiga son la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la inmunoterapia y la terapia dirigida. El plan de tratamiento dependerá de una serie de factores como la edad, el estado de salud general y la localización y el grado del cáncer.
El cáncer de vejiga se encuentra entre los tipos de cáncer más comunes, con aproximadamente 81.180 nuevos diagnósticos en Estados Unidos cada año, la gran mayoría de los cuales se dan en varones. Según el American Cancer Society esto supone “alrededor del 5 por ciento de todos los nuevos cánceres en los Estados Unidos”.
A pesar de lo común que es, el cáncer de vejiga es difícil de identificar en sus primeras fases, ya que puede no mostrar ningún signo o síntoma. Normalmente, “los síntomas aparecen una vez que el tumor aumenta de tamaño o se adentra en las capas más profundas de la pared de la vejiga”, afirma la Canadian Cancer Society. Debido a la tardía aparición de los síntomas, es importante identificarlos rápidamente para comenzar el tratamiento de inmediato. A continuación le presentamos los cinco síntomas más comunes a los que debe prestar atención.
Sangre en la orina
La sangre en la orina, conocida médicamente como hematuria, es el síntoma más común de la enfermedad, y se da en “8 ó 9 de cada 10 personas que padecen cáncer de vejiga”, señala WebMD. Sin embargo, la hematuria no siempre es un problema recurrente. Según la Canadian Cancer Society, “la sangre puede estar siempre en la orina, o puede aparecer y desaparecer”.
E incluso cuando está presente, dice la fuente, puede hacer que la orina varíe de color, “desde el amarillo-rojo pálido hasta el rojo brillante u oxidado”. En algunos casos, la sangre puede incluso no ser visible a simple vista; esto se conoce como hematuria microscópica, ya que sólo es identificable bajo el microscopio.