2. Perimenopausia y sofocos
La causa más común de sofocos es la perimenopausia— o la transición previa al último ciclo menstrual. Según la clínica Mayo, entre los motivos más comunes de los sofocos se incluyen los desequilibrios hormonales (los problemas de tiroides, por ejemplo).
Los investigadores de dicha clínica afirman que la frecuencia y la intensidad de los sofocos varían de mujer a mujer. No obstante, pueden durar de horas a días y hasta llegan a afectar las funciones vitales.
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3. Emociones
Cada vez que la temperatura se eleva, se intensifican las emociones. Según la clínica Mayo, muchas mujeres pre-menopáusicas aseguran experimentar una sensación de miedo intenso antes de tener un sofoco.
Esta sensación es una reacción cerebral, que se origina más específicamente en la corteza (que se divide en los lóbulos frontal, occipital, temporal y parietal), fomentando el desempeño de la actividad cognitiva y el pensamiento.
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4. Vasos sanguíneos
Lo más común es que por medio de los vasos sanguíneos se disminuya la temperatura corporal durante un sofoco. De hecho, la revista Prevention sugiere que la apertura de los vasos sanguíneos es lo que causa el enrojecimiento típico en el rostro, el pecho y el cuello.
Como respuesta natural al calor y a las temperaturas elevadas, el ritmo cardiaco se acelera y obliga a los vasos sanguíneos a dilatarse para liberar el exceso de calor del organismo. Una vez que los vasos sanguíneos regresan a su tamaño original, la temperatura corporal se vuelve a estabilizar.