Sabe que está enfermo, ¿pero lo suficientemente enfermo como para faltar al trabajo? Por más obvia que le parezca la respuesta— alrededor del 26% de los estadounidenses empacará una caja de clínex y se dirigirá a la oficina como si fuese cualquier otro día, según revela una encuesta independiente conducida por NSF International, una compañía de salud y seguridad públicas.
A continuación le mostramos seis casos en los que sí debería tomarse el día y quedarse en casa a descansar…
1. Los medicamentos le provocan somnolencia
Si lee con detenimiento la parte posterior de la caja de sus medicamentos de venta libre para la gripe y el resfrío, es probable que se encuentre con la siguiente frase: “Este medicamento puede provocar somnolencia.” Si este es el caso, ir y volver al trabajo puede volverse una amenaza tanto para usted como para los demás.
Operar un vehículo no sólo es peligroso cuando está bajo los efectos de ciertos medicamentos potentes; otros remedios de venta libre o prescritos pueden afectar su desempeño en el trabajo. Si los fármacos que consume lo hacen sentir mareado, somnoliento y no le permiten concentrarse — hágales a todos un favor y quédese en casa.