Si nombra la palabra grasa, la mayoría de nosotros tiraremos la toalla. Seguramente haya escuchado miles de veces sobre los beneficios de llevar una dieta baja en grasas y seguramente, de manera inmediata, ha escuchado millones de quejas relacionadas con el hecho de que el estadounidense promedio no consume suficientes grasas saludables para el corazón. La verdad acerca de la grasa — como indagar sobre qué tipo de grasa es buena para usted, qué tipo es mala y qué tipo es el que termina escondiéndose en sus muslos — simplemente es demasiado confusa.
Es por eso que a continuación le presentaremos todos los datos libres de grasa que le pueden llegar a interesar…
1. Hay muchos tipos de grasa corporal
La grasa corporal no se crea de igual manera. Por ejemplo, el cuerpo de cada individuo se compone de varios tipos de grasa — entre los que se incluyen grasa marrón, blanca, subcutánea, visceral y grasa abdominal.
La grasa blanca almacena nuestra energía y secreta hormonas (es decir, adiponectina, para la protección de enfermedades cardíacas, diabetes y sensibilidad a la insulina), es también la grasa que tendemos a quemar con cambios en la dieta y con ejercicio.
La grasa marrón o grasa muscular, la cual quema calorías y grasa blanca al ser estimulada por una dieta saludable y ejercicio, además nos ayuda a mantenernos calientes.
La grasa subcutánea, la cual se encuentra directamente debajo de la piel y se utiliza para medir la grasa corporal (con pinzas de medida), es el tipo de grasa que, cuando está en exceso, conduce a la formación de la famosa “llanta de repuesto” o grasa abdominal.
La grasa visceral o grasa profunda se puede desarrollar alrededor de los órganos (como es el caso del hígado graso) y contribuir a la formación de grasa abdominal, afecta la resistencia a la insulina y nos pone en riesgo de padecer diabetes, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.
La grasa abdominal se compone de grasa subcutánea y visceral.