La ictericia es una decoloración amarillenta de la piel, de la esclerótica (parte blanca de los ojos) y de las membranas mucosas debido a la bilirrubina. La palabra “ictericia” se deriva de la palabra francesa jaune, que significa amarillo. La bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se encuentra en la bilis, un líquido producido por el hígado. La bilirrubina se produce cuando el hígado descompone los glóbulos rojos viejos. La bilirrubina circula en la sangre de dos formas: indirecta (o no conjugada) y directa (o conjugada). La ictericia generalmente ocurre cuando los niveles de bilirrubina en la sangre superan los 2.5 a 3 mg/dL. La ictericia en adultos puede ser causada por una variedad de trastornos inofensivos o potencialmente mortales.
1. Anemia Hemolítica
La anemia hemolítica es una afección en la que los glóbulos rojos se destruyen y se eliminan del torrente sanguíneo antes de que finalice su ciclo de vida normal. La vida útil de un glóbulo rojo es de aproximadamente 120 días. El término “anemia” por lo general se refiere a la disminución del número de glóbulos rojos. También puede referirse a niveles bajos de hemoglobina, una proteína que permite que los glóbulos rojos transporten oxígeno. La anemia hemolítica se caracteriza por niveles elevados de bilirrubina indirecta en el torrente sanguíneo.
Las causas de la anemia hemolítica varían y pueden ser hereditarias o adquiridas. Las causas hereditarias de anemia hemolítica incluyen trastornos hereditarios como la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD) (la deficiencia enzimática más común en humanos), esferocitosis hereditaria (un defecto en las proteínas de la membrana de los glóbulos rojos) y enfermedad de células falciformes (hemoglobina anormal). La anemia hemolítica adquirida puede ser causada por fármacos como paracetamol, penicilina y anticonceptivos orales; infecciones como la malaria; y trastornos autoinmunitarios como el lupus.