Tanto al caminar como al correr, mayor velocidad no suele ser sinónimo de mejor entrenamiento. Existen muchísimas razones por las que a las personas les encanta hacer este tipo de actividad física. De hecho, muchas lo usan como técnica para vencer el estrés mientras que otras trotan al ritmo de su música preferida para elevar sus niveles de energía los lunes por la mañana.
De cualquier manera, tanto uno como otro le permitirán mantener un peso corporal saludable, mejorar el humor y promover el bienestar general. Dependerá de usted saber cuál se adapta más a sus necesidades y a sus metas personales…
1. Pérdida de peso
Si bien caminar es una manera maravillosa de perder peso, correr le permite quemar muchas más calorías. De hecho, una investigación llevada a cabo por los National Institutes of Health (NIH) descubrió que los corredores gastan 2,5 veces más energía que quienes usan una cinta caminadora.
Por supuesto que hará más pasos en una rutina intensa de trote que en una caminata suave y esto se traduce en mayor cantidad de calorías quemadas y más energía gastada. El mismo estudio descubrió que los corredores tenían más facilidad de perder peso y tenían cinturas más delgadas que los que caminaban.
2. Regulación del apetito
Tanto caminar como correr ofrece grandes beneficios a la salud. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Journal of Obesity reveló que los corredores tenían mucha más facilidad de regular el apetito que los que caminaban.
La regulación del apetito está vinculada con lo hormonal, en especial con una hormona conocida como péptido YY. Las investigaciones demuestran que los corredores tienden a producir más cantidades de este supresor natural del apetito, lo que les permite vencer con mayor facilidad los antojos de comida chatarra durante el día.
3. Presión en las articulaciones
Más allá de sus buenas intenciones, cada persona es diferente y algunas no pueden soportar la presión en algunas partes del cuerpo al correr.
De hecho, mientras caminar es una forma de ejercitarse mucho más suave y controlada— en especial para las articulaciones—correr aumenta los riesgos de sufrir lesiones deportivas, como contracturas y torceduras en tobillos, cuádriceps, tendones y rodillas.
4. Cada cuerpo tiene necesidades diferentes
Después de todo, ¡la elección está en sus manos! Al trotar bajará de peso más rápido, pero quemará la misma cantidad de calorías si camina durante más tiempo o si incorpora peso adicional e inclinaciones a su entrenamiento.
Si no le resulta cómodo trotar, comience haciendo caminatas. A medida que se sienta más seguro, podrá empezar a correr poco a poco mejorando la resistencia así como el tiempo que invierte en caminar a fines de obtener los mismos beneficios.
5. Cualquier ejercicio cardiovascular mejora la salud
Al final, miles de investigaciones distintas han demostrado que cualquier tipo de ejercicio cardiovascular realizado de forma regular controla la presión arterial y reduce los riesgos de desarrollar diabetes, hipertensión y enfermedades cardiacas.
Un estudio reciente titulado Runners and Walkers Health Study demostró que tanto las personas que caminaban como las que trotaban tenían menos posibilidades de sufrir cataratas vinculadas con la edad que aquellos que vivían vidas sedentarias.
