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Signos y Síntomas del Cáncer de Páncreas

13 min read

By ActiveBeat Español

El cáncer de páncreas comienza en las células del páncreas, un órgano vital ubicado detrás del estómago. El páncreas juega un papel importante en la digestión, ya que es responsable de producir las enzimas que el cuerpo necesita para digerir las grasas, los carbohidratos y las proteínas.

Debido a la ubicación de este órgano, el cáncer de páncreas puede ser difícil de detectar y, a menudo, recién es diagnosticado cuando se encuentra en las etapas más avanzadas. Esto también puede tener que ver con el hecho de que la mayoría de los pacientes con cáncer de páncreas sólo muestran síntomas vagos de la enfermedad, lo que significa que la mayoría sólo se diagnostica en los estadios avanzados cuando las posibilidades de supervivencia son bastante bajas. Sin embargo, reconocer una combinación de estas señales de alerta temprana puede ayudar a salvar su vida si sospecha tener cáncer de páncreas…

1. Ictericia

La ictericia, o el color amarillo de la piel y los ojos, es común en las personas que sufren de cáncer de páncreas. La ictericia se desarrolla cuando hay niveles excesivos de bilirrubina en el torrente sanguíneo o cuando un conducto biliar en el hígado se bloquea por un tumor. Aunque la ictericia crea relativamente pocas molestias físicas, es importante buscar atención médica inmediata si se produce. La ictericia también puede ser causada por otros numerosos factores, incluyendo enfermedades infecciosas y problemas hepáticos. Es probable que su médico comience por investigar y descartar estas causas más comunes antes de realizar cualquier prueba de cáncer.

Una de las principales complicaciones de la ictericia es la inflamación del páncreas (conocida clínicamente como pancreatitis), que puede provocar un dolor abdominal inespecífico pero persistente y potencialmente grave. Su médico puede sospechar que tiene cáncer de páncreas si su ictericia está acompañada de estos tipos de síntomas de dolor. La sepsis, la insuficiencia hepática, la insuficiencia renal y los problemas de coagulación de la sangre también pueden ser el resultado de casos prolongados y graves de ictericia.

2. Dolor abdominal

La mayoría de los pacientes de cáncer de páncreas informan de dolor abdominal en forma de dolor sordo y crónico o de dolor en la parte superior del abdomen o en la región de la espalda, donde tienden a desarrollarse los tumores. En la mayoría de los casos, este dolor parece originarse en el abdomen y luego “envuelve” el cuerpo, afectando la espalda. Muchos pacientes también informan que este dolor es más intenso por la noche y progresa -de relativamente leve a moderado/severo-, así como que se intensifica en un período de varias semanas o meses. Los médicos pueden buscar tumores basándose en los informes de los pacientes sobre la ubicación general del dolor.

Estos dos signos de alerta temprana nunca deben ser ignorados, ya que el cáncer de páncreas es difícil de tratar en el mejor de los casos, y puede causar grandes desafíos de tratamiento si llega a una etapa avanzada antes de ser detectado y diagnosticado.

3. Pérdida rápida de peso

Usted puede celebrar el haber perdido unos cuantos kilos, pero la rápida e inexplicable pérdida de peso asociada con el cáncer de páncreas es rápida y sin causa aparente. En otras palabras, usted notará una pérdida de peso significativa o incluso severa, a pesar de que no haya estado a dieta o haciendo ejercicio. Esta pérdida de peso puede estar acompañada de una sensación general de desazón, que los médicos llaman “malestar”.

Cada vez que pierda una cantidad significativa de peso sin razón aparente, debería ver a un médico para averiguar por qué. En los pacientes con cáncer de páncreas, la pérdida de peso suele ser el resultado de una de estas tres cosas. Primero, puede ser causado por la reducción de la función exocrina, que interrumpe la capacidad de digerir alimentos. Segundo, puede ser el resultado de la pérdida de apetito, un síntoma que a menudo se ve en los pacientes con cáncer. Por último, podría ser porque el tumor en crecimiento está agotando las reservas de energía de su cuerpo, alimentándose de ellas para crecer y dejándolo malnutrido.

4. Hinchazón

El gas y la inflamación del abdomen y del tracto digestivo es común en los que sufren de cáncer de páncreas. En particular, el gas se desarrollará muy rápidamente después de una comida. Típicamente, estos síntomas de hinchazón y gas están acompañados de una disminución del apetito. Muchos pacientes reportan sentirse incómodos y llenos después de comer menos de la mitad de la cantidad normal de comida. La hinchazón puede ir acompañada de acidez y/o indigestión.

Los tumores de cáncer de páncreas pueden impactar en los órganos y estructuras corporales circundantes, ejerciendo presión sobre el estómago y el abdomen y dificultando que el estómago procese su contenido. Como resultado, la comida se elimina de su cuerpo más lentamente, y usted se siente más lleno por períodos más largos de tiempo y no quiere comer más. Esto también puede conducir a una sensación general sostenida de náuseas, que generalmente se intensificará con el tiempo. La hinchazón puede llegar a ser lo suficientemente severa como para justificar una visita al médico.

5. Pérdida de apetito

La pérdida de apetito suele ser un signo de una condición de salud subyacente, tal como el cáncer de páncreas. Puede indicar problemas de salud que van desde un virus estomacal hasta un tumor creciente en uno de sus órganos. Cualquiera que sea la causa, es prudente que se lo comunique a su médico para que le haga un diagnóstico preciso. Las causas comunes de la pérdida de apetito incluyen una glándula tiroides poco activa (hipotiroidismo), daño renal, daño hepático o hepatitis (inflamación del hígado). Las mujeres embarazadas también pueden experimentar pérdida de apetito en el primer trimestre del embarazo, y esto puede ocurrir antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada.

El cáncer de páncreas es, en realidad, una de las causas más raras de la pérdida de apetito, así que no debe entrar en pánico si este es el único síntoma que estás experimentando. Sin embargo, si la disminución del apetito persiste, y particularmente si causa una pérdida de peso significativa, es importante averiguar qué lo está causando para poder tratarlo. La pérdida rápida de peso puede conllevar importantes riesgos para la salud, incluso si el cáncer no es la causa principal.

6. Materia fecal descolorida

A menudo, cuando un conducto biliar del hígado se bloquea por un tumor pancreático, la materia fecal aparecerá descolorida, ya sea de color pálido y calcáreo o de color blanco y arcilloso. También es probable que detecte cambios en el olor de sus excrementos. Las evacuaciones intestinales tienen un olor intenso e inusualmente fétido. También puede aparecer sangre en las deposiciones.

La materia fecal descolorida y los cambios en la apariencia, consistencia y olor de la orina son síntomas relativamente poco comunes del cáncer de páncreas. Si usted está experimentando esto, es más probable que haya otra explicación. Sin embargo, no se puede descartar el cáncer de páncreas si su médico no puede determinar la causa subyacente de estos síntomas, particularmente si están presentes por un periodo prolongado de tiempo o continúan intensificándose.

7. Orina de color oscuro

También puede notar que su orina se ha vuelto más oscura (casi marrón), sin ninguna explicación asociada a la dieta. El olor de la orina también puede cambiar, ya que puede volverse muy acre. Es probable que también aparezca sangre en la orina. Al igual que la materia fecal descolorida, este síntoma es más raro en el cáncer de páncreas, pero no debe ser descartado.

8. Dolor de estómago

El dolor abdominal que aparece y desaparece en oleadas, y que se agrava cuando se pasa de estar de pie a estar sentado o acostado, suele estar relacionado con el crecimiento del tumor pancreático. Este dolor abdominal puede desplazarse de la parte superior del abdomen a la espalda, particularmente después de las comidas. Si su médico sospecha que su dolor es causado por un tumor de cáncer de páncreas, puede usar el epicentro del dolor como una pista de dónde buscar el tumor.

Muchos pacientes informan de que el dolor empeora por la noche, durante el sueño, lo que provoca trastornos adicionales del sueño. Como resultado, la fatiga crónica diurna y el agotamiento pueden acompañar a los síntomas de dolor abdominal. Una de las características principales de este dolor es que no responde bien a los analgésicos de venta libre, ya que es causado por un tumor siempre presente y en crecimiento. Los pacientes a menudo informan que una de las únicas cosas que alivian su dolor es inclinarse hacia adelante.

9. Dermatitis

Los pacientes con cáncer de páncreas pueden ser propensos a problemas de piel debido a la obstrucción de los conductos biliares del hígado, lo que causa ictericia. Sin embargo, los tumores pancreáticos también pueden causar dermatitis, o piel persistentemente seca, escamosa y con picor. La dermatitis se puede presentar de muchas maneras, pero normalmente aparece como manchas secas de piel escamosa que no se alivian eficazmente con la aplicación de tratamientos tópicos. Los médicos a menudo identifican erróneamente este síntoma como un problema dermatológico no grave, resultante de una dieta deficiente o un exceso de estrés.

El tipo de dermatitis asociada con el cáncer de páncreas se conoce como dermatitis atópica. Una de las características definitivas de esta condición es que no responderá a los tratamientos conocidos que mejoran los casos normales de eccema o dermatitis. De hecho, la dermatitis puede ser uno de los primeros síntomas físicos del cáncer de páncreas, aunque a menudo no se vincula a una malignidad hasta mucho más tarde en el proceso de diagnóstico.

10. Náuseas

Las náuseas seguidas de vómitos son comunes en los pacientes con cáncer de páncreas a medida que la enfermedad avanza, especialmente si un tumor pancreático ha crecido tanto que bloquea una porción del tracto digestivo, causando una digestión ineficiente e incómoda de los alimentos. También puede producirse acidez y reflujo ácido, lo que puede causar una sensación de ardor en la garganta después de vomitar.

En la mayoría de los casos, las náuseas y los vómitos graves no se producirán hasta que la enfermedad haya alcanzado una fase relativamente avanzada. Sin embargo, debido a que el cáncer de páncreas es uno de los tipos de malignidades más difíciles de detectar, es posible que los pacientes no experimenten problemas de salud graves hasta que los tumores alcancen una proporción considerable. Las náuseas y los vómitos suelen ir acompañados de una pérdida de peso rápida e inexplicable y de una disminución del apetito, y todos estos síntomas tienen una causa conexa: impedimentos en el abdomen, generalmente localizados alrededor del duodeno, que interfieren con los procesos normales de digestión y excreción.

11. Diabetes

Es común que el cáncer de páncreas, particularmente en etapas más avanzadas, interfiera con la producción de la hormona que regula la cantidad de glucosa en la sangre. Después de todo, esta hormona es producida por el páncreas. Sin embargo, si se ha desarrollado un tumor, la producción puede volverse ineficiente, causando diabetes y síntomas asociados como fatiga, urgencia urinaria, dedos de las manos y de los pies entumecidos y problemas de visión. Por estas razones, un inicio reciente, rápido y de otra manera inexplicable de la diabetes puede llevar a su médico a sospechar que usted también podría tener cáncer de páncreas.

Se sabe que las personas con casos conocidos y controlados de diabetes corren un riesgo elevado de desarrollar cáncer de páncreas, especialmente en los casos de diabetes de tipo 2 cuya duración haya sido de 10 años, o más. Las personas que caen en esta categoría tienen 1.5 veces más probabilidades que los no diabéticos de desarrollar cáncer de páncreas. La obesidad también aumenta el riesgo de padecer tanto diabetes como cáncer de páncreas.

12. Dolor en la parte baja de la espalda

Según la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society), el dolor en la parte baja de la espalda -en combinación con el dolor abdominal- es común en el cáncer de páncreas. Este tipo de dolor irradiado es bastante común en los cánceres que se desarrollan en la extremidad del páncreas. Dado que los cánceres en este lugar pueden crecer bastante, es probable que ejerzan presión sobre otros órganos cercanos, como el hígado, el estómago, la vesícula biliar o el duodeno (la primera parte del intestino delgado).

Algunos cánceres pueden incluso crecer hasta llegar a bloquear el conducto biliar, haciendo que la bilis se acumule y engorde la vesícula biliar. El dolor de espalda a menudo se produce cuando el cáncer se extiende a los nervios alrededor del páncreas. Los pacientes deben tener cuidado con el dolor en el abdomen o en la parte baja de la espalda, ya que ambos pueden significar un cáncer de páncreas, así como varias otras condiciones de salud. Hable con su médico inmediatamente si tiene estos síntomas. El cáncer que crece tanto y agranda la vesícula biliar puede detectarse durante un examen físico y/o mediante pruebas de diagnóstico por imágenes.

13. Depresión

Antes de ser diagnosticado con cáncer de páncreas, muchas personas dicen que experimentaron cambios en su estado de ánimo, a veces durante años. Esto puede incluir sentimientos de desesperanza, pensamientos negativos, pérdida de apetito y problemas para dormir.

Aunque el vínculo entre estas dos graves enfermedades (depresión y cáncer de páncreas) no está del todo claro, estudios anteriores han indicado que es bastante común. Un estudio de 1967, por ejemplo, encontró que “más de la mitad de los pacientes con cáncer de páncreas habían tenido síntomas psicológicos que se presentaron tan pronto como [43 meses] antes de los síntomas físicos”, cita Insight Medical Publishing.

14. Coágulos de sangre

Aunque los coágulos sanguíneos y el cáncer de páncreas pueden parecer afecciones no relacionadas, la Sociedad Americana del Cáncer dice que un coágulo sanguíneo, especialmente uno en la pierna, llamado trombosis venosa profunda (DVT, por sus siglas en inglés), es a veces “la primera pista de que alguien tiene cáncer de páncreas”. Los síntomas de DVT a menudo incluyen enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad y calor en la pierna afectada.

En algunos casos, el coágulo de sangre (o un pedazo de él) puede desprenderse de la pierna y viajar a los pulmones. Esto se conoce como embolia pulmonar (PE, por sus siglas en inglés) y puede provocar síntomas como dolor en el pecho y falta de aliento. Si usted experimenta cualquiera de estos síntomas, puede necesitar tratamiento médico de emergencia para determinar si la causa es el cáncer de páncreas u otros factores, como DVT y/o PE.

15. Hinchazón en las piernas

Si bien la hinchazón de las piernas puede deberse a un coágulo de sangre, que se mencionó anteriormente, también puede ser el resultado de algo conocido como ascitis. La ascitis se produce cuando se acumula líquido adicional en el abdomen, causando hinchazón y estiramiento, y ocurre más comúnmente cuando el cáncer de páncreas ha hecho metástasis, o se ha extendido a otras partes del cuerpo.

Esta acumulación de líquido no sólo ejerce presión sobre el área abdominal, sino que también puede extenderse hacia afuera a los pulmones y la parte inferior del cuerpo, incluyendo las piernas. Como resultado, puede producirse una hinchazón en las piernas y los tobillos. Para ayudar a aliviar estos síntomas, la Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas (Pancreatic Cancer Action Network) sugiere “descansar en una posición reclinada con los pies hacia arriba”, lo que no sólo alivia la presión, sino que también “mejora el flujo sanguíneo y ayuda a drenar los líquidos”.

16. Fatiga

La fatiga puede producirse por diversas razones, desde la falta de sueño hasta la deshidratación. También puede ser indicativa de una condición médica grave, incluyendo el cáncer de páncreas.

La fatiga puede ser el resultado de síntomas asociados con el cáncer de páncreas (incluyendo muchos de los mencionados en esta lista) o causados por el propio cáncer. Por ejemplo, puede experimentar fatiga debido a la insuficiencia de nutrientes que obtiene de los alimentos, lo que ocurre porque el cáncer afecta la producción de enzimas en el páncreas, lo que resulta en alimentos mal digeridos.

17. Fiebre y escalofríos

Si alguien no sabe todavía que tiene cáncer de páncreas, el hecho de tener fiebre y escalofríos puede ser erróneamente interpretado como síntoma de una infección bacteriana o viral, o de la gripe estomacal (conocida clínicamente como gastroenteritis).

Pero con el cáncer de páncreas, la fiebre y los escalofríos ocurren como parte de la respuesta del cuerpo a un páncreas inflamado. También puede ser un indicador de que el tumor obstruye los conductos biliares, lo que puede conducir a una infección que el cuerpo intenta combatir elevando su temperatura.

18. Hinchazón de la vesícula biliar

Un indicador de cáncer de páncreas es una vesícula biliar hinchada. La vesícula biliar puede parecer más grande si el cáncer bloquea el conducto biliar. Los médicos pueden ver esto como un gran bulto en el lado derecho de la caja torácica durante un examen, o diagnosticarlo a través de pruebas de imagen. Este síntoma es una razón por la cual los pacientes con cáncer de páncreas pueden experimentar dolor de espalda.

19. Ampliación del hígado

No sólo la vesícula biliar puede hincharse debido al cáncer de páncreas, sino también el hígado. Esto puede causar una masa en el cuadrante superior derecho del abdomen. Desafortunadamente, esta es una señal de que el cáncer de páncreas está avanzado. También es más probable que el cáncer se haya extendido al hígado.

20. Los pacientes con cáncer de páncreas en etapa temprana podrían no tener ningún síntoma

Puede ser difícil para los médicos proporcionar un diagnóstico temprano de cáncer de páncreas. Esto se debe a que las personas generalmente no experimentan síntomas hasta que el cáncer se ha vuelto muy grande o se ha extendido a otros órganos. Lo mejor que puede hacer para recibir un diagnóstico temprano es averiguar si tiene un riesgo por encima del promedio. Las personas de alto riesgo suelen tener antecedentes familiares de la enfermedad, pero cualquiera puede desarrollar este cáncer. Si experimenta algún síntoma, asegúrese de ver a su médico para que le haga un diagnóstico.

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